lunes, 20 de octubre de 2014

¿Nuestros perros pueden comer huesos?

Hace ya una tiempo echamos un vistazo a las razones por las que los perros no debían comer huesos, pero en particular los de pollo, un tipo de hueso que tiende a astillarse, así como los de otros animales como los conejos y otras aves y pueden causar muchos tipos de problemas, por lo que deben quedar totalmente excluidos de la dieta de nuestro perro.



Sin embargo la cuestión que se nos plantea ahora es sobre otro tipo de huesos, como pueden ser los de vaca ya que la cosa cambia o puede cambiar. Por ello veamos a ver si podríamos incluir en la alimentación de nuestra mascota este otro tipo de huesos, o mejor dejarlos también de lado, una cuestión que seguro más de uno se ha planteado en algún momento. Nos plantemos que debe de comer nuestro perro.

¿Es recomendable dar huesos a los perros?

Si comenzamos con la pregunta básica, yo en principio diría que no, pero con matices. Hay que partir de la base que la mayor parte de los perros que tenemos, son animales acostumbrados a un tipo de alimentación a base de piensos secos o hidratados, comidas preparadas exclusivamente para ellos, por lo que cualquier tipo de variación e introducción en ella, distinta, puede alterar su ciclo digestivo lo que normalmente suele dar lugar a diarreas y a vómitos porque no digieren en condiciones todo lo que sea extraño. Nos debiamos plantear adiestrar a nuestro perro para que no haga lo que no queremos que haga.

 Adiestrar nuestro perro

¿Qué tipo de huesos podrían comer?

En este punto habría que señalar que si estamos decididos a introducir a nuestro perro en el mundo del hueso, deberíamos optar por todos aquellos que no se astillas como por ejemplo el hueso que sería como la pata de la vaca, o espinazo, que forma parte de la columna vertebral de la vaca, que además son más baratos. Además es preferible que de comerlos, los coman crudos dado que una vez cocinados tienden de nuevo a astillarse ocasionando todos los problemas que ya hemos señalado. De hecho este tipo de alimentaciones más “naturales” son defendidas por algunos sectores.

Hay que tener en cuenta que un hueso puede ser un aliado para nosotros, ya que puede ser un gran entretenimiento para un perro, pudiendo estar horas y horas royendo, escondiendo, volviendo a morder…, de forma que es algo que le puede servir hasta de juguete, por lo que no los descartéis, sin abusar porque también pueden dañar en exceso sus dientes.

La cosa cambia en aquellos casos en los que son capaces de triturarlos y tragar trozos enteros donde nos podemos encontrar ante problemas serios como los apuntados anteriormente, pasando por otros peores como desgarros en el aparato digestivo, obstrucciones y similares, que pueden llevar hasta a necesitar cirugías o peor, lo que hace que nuevamente los descartemos, o al menos todos aquellos que se pueden partir.

Llegado este punto yo sigo pensando que salvo estos que sirven de juego, es preferible mantener a nuestro perro alejado de todo tipo de huesos, tanto de pollo, como de vaca o cerdo. A lo sumo quizá se les podría dar el hueso totalmente pulverizado que se puede conseguir en las carnicerías y se le podrían aportar los nutrientes de esta forma, pero es que tampoco lo veo necesario cuando las comidas ya preparadas tienen todo lo que ellos necesitan. Ahora ya depende de vosotros tomar la decisión.

Adiestra a tu perro 

Adiestrar un perro para que no nos ocurran este tipo de situaciones es importante, por ello os aconsejamos que pongáis toda vuestra voluntad en ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario